
En plena época de cría del alimoche, estas aves visitan frecuentemente el PAS Muladar Mesa-Piedra para proveerse de alimento y otros recursos como la lana.
Hoy queremos hablar sobre un recurso indispensable para la calidad de vida de estas aves, que no se puede proporcionar en el muladar pero sí obtienen de la ganadería extensiva: las heces.
Muchas especies necrófagas están vinculadas a la ganadería extensiva como fuente de alimento, pero los alimoches, además de consumir carroña, también se alimentan de insectos y excrementos de animales, especialmente de ganado extensivo como ovino, caprino y vacuno. Estos excrementos pueden contener componentes como semillas no digeridas o insectos que los alimoches consumen.
Distintos artículos científicos sugieren que el tono amarillento de su cara (pigmentación) se obtiene de las heces de los ungulados, debido a sustancias carotenoides presentes en ellas.
Hay varias hipótesis sobre los beneficios del consumo de heces de ungulados para los alimoches, entre ellas:
Protección contra parásitos: Las heces pueden actuar como un repelente natural contra parásitos o insectos.
Señalización social: El color amarillento puede tener un papel en la comunicación o en la selección de pareja, señalando la salud y vitalidad de un individuo.
Por todo ello, es común observar a los alimoches en áreas abiertas pastoreadas, cercanas a zonas rocosas donde suelen tener sus áreas de nidificación y descanso.
Los alimoches dependen del ganado para obtener ciertos recursos alimenticios. La reducción del pastoreo o los cambios en las prácticas de manejo de excrementos pueden afectar la disponibilidad de estos recursos, empobreciendo el estado vital de las poblaciones y reduciendo el éxito reproductivo del alimoche.